LUGARES PARA VISITAR




           El Rocío: Santuario y aldea en las
                   Marismas de Doñana

Enclavada dentro de un paraje natural privilegiado, la aldea almonteña acoge a más de 1 millón de peregrinos que acuden al Santuario de la Virgen del Rocío.

La aldea del Rocío, pedanía del pueblo de Almonte en Huelva, es un lugar especial que bien merece la pena visitar, ya sea en calidad de creyente o unicamente como viajero inquieto. Año tras año, la imponente ermita es el punto y final de la romería más popular de España y una de las más importantes del mundo cristiano. Miles de peregrinos se dan cita en este enclave después de varios días haciendo el "Camino". Más de 100 Hermandades de todos los puntos de la geografía española parten hacía El Rocío días antes de Pentecostés y llegan hasta la aldea de Almonte por cualquiera de las cuatro rutas oficiales. Caballos, bueyes, carretas, todoterrenos, tractores y polvo, mucho polvo, son la imagen predominante que atraviesa las entrañas del Parque Nacional de Doñana.

 Doñana, el humedal más importante del sur de Europa 

El Parque Nacional de Doñana es un espacio natural altamente protegido. Declarado por la UNESCO Reserva Mundial de la Biosfera, sus más de 50.000 hectáreas son el refugio de especies en peligro de extinción como el lince ibérico o el águila imperial. Sus marismas son el reclamo para que miles de aves acuáticas, ánsares, ánades, fochas, garzas, etc pasen largas temporadas en sus aguas y posibiliten las migraciones intercontinentales. El ecosistema de Doñana es privilegiado, kilómetros de dunas móviles, bosques de pinos y marismas hacen de este lugar un verdadero paraíso de la naturaleza. Las visitas dentro del Parque están vetadas para cualquier vehículo a motor, excepto en los días de romería o por medio de visitas guiadas. Para realizarlas hay que dirigirse al Centro de visitantes de El Acebuche, a 3 km de Matalascañas, en donde se realiza un recorrido en todoterreno verdaderamente espectacular. Si no se pertenece a ninguna Hermandad y se está interesado en participar de la romería, lo ideal es unirse a cualquiera de dichas Hermandades una vez que estas hayan iniciado la peregrinación. En los últimos años son varias las voces de los ecologistas que alertan sobre la degradación que sufre Doñana durante los días de peregrinación, denunciando la gran cantidad de emisiones tóxicas que desprenden los multitudinarios vehículos a motor que se dan cita en la romería.

La aldea del Rocío, una mezcla original

 Para el viajero que llega con su vehículo a esta población por primera vez, la sensación que le invade es la de haber retrocedido en el tiempo. El asfalto no existe en el Rocío. Sus calles están compuestas de fina arena y las señales de circulación dejan de existir en cuanto uno penetra en el pueblo. De pronto veremos aparecer delante nuestra jinetes a caballo o carretas tiradas por mulillas. El aparente caos se resuelve con la máxima de ceder el paso siempre a animales o peatones. Si no se dispone de un vehículo 4x4 habrá que tener precaución para no quedar atascado en la arena. Las casas también son especiales. A la entrada disponen de barras metálicas o de madera para amarrar a los caballos, como en el lejano oeste, y en el interior disponen de cuadras para estabularlos. Generalmente son de una o dos plantas, amplias, con patio interior al estilo andaluz y con un porche en el que disfrutar de una cerveza o una manzanilla en medio de una conversación al atardecer, observando el incesante pasar de equinos y carretas.

Alojamientos en El Rocío, Doñana y Matalascañas

El alquiler de estas casas en la semana del Rocío oscila entre los 6.000 euros y los 15.000, mientras que en cualquier otra época del año resultan muchísimo más económicas. Dentro de la aldea existe la posibilidad de alojarse en hoteles rurales, pequeños y con encanto. El Hotel Pequeño Rocío, construido al estilo tradicional de Doñana, ofrece alojamiento en casas típicas, de estándar a suite, dependiendo del número de huéspedes. Para el viajero que además quiera disfrutar del mar, nada mejor que alojarse en cualquiera de los hoteles o apartamentos de la cercana playa de Matalascañas, una de las mejores del litoral andaluz.

Hospitalidad, cante y buen yantar

El viajero es bien recibido en el Rocío. Los almonteños tiene buena fama de gente celosa de sus tradiciones, pero a la vez generosa y dispuesta con el que se acerca a conocerles. No es extraño pasear por sus calles y escuchar en sus casas sevillanas rocieras o fandangos, cantados con sentimiento en un ambiente de alegría y cordialidad. También en época estival suelen haber fiestas en el interior de las Hermandades con actuaciones en directo a un precio muy económico. La cercanía al mar permite disfrutar de productos gastronómicos de primera magnitud. Chocos, chopitos, camarones y, sobre todo, la afamada gamba de Huelva bien merecen degustarlos en cualquiera de sus terrazas.





               El enigmático enclave templario 
                    del Cañón del Río Lobos

La ermita de San Bartolomé, antiguo cenobio del Temple de San Juan de Otero, se encuentra ubicada en un paraje "especial" de la provincia de Soria.

Muy cerca del Burgo de Osma, insertada en un impresionante desfiladero, se encuentra una pequeña ermita cuya excepcional localización no puede ser fruto de la casualidad.

 La Orden del Temple, algo más que monjes guerreros

La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, o del Temple, fue fundada en el año 1119 por Hugo de Payens. Su propósito original fue proteger a los peregrinos que viajaban a los Santos Lugares, en especial a Jerusalén. Su destacada actuación en las Cruzadas hizo que su prestigio se multiplicara y llegaron a acumular enormes cotas de poder económico dentro de la cristiandad. Fueron también los precursores de la banca moderna. Sus castillos y encomiendas eran inexpugnables y en su interior depositaban su dinero hasta los mismísimos reyes cristianos. Idearon también un sistema de pago similar a lo que hoy conocemos como los cheques de viaje. Felipe IV de Francia, en connivencia con el Papa Clemente V, iniciaron una persecución contra la Orden que culminó en el año 1307 con la quema en la hoguera de los principales maestres templarios después de que confesaran, bajo terribles torturas, una serie de acusaciones que posteriormente resultarían falsas.

 La fascinante ubicación de San Bartolomé de Ucero

La persecución a la que sometió el rey francés y el Papa a los templarios galos hizo que muchos de estos buscaran posteriormente acomodo dentro de otros reinos cristianos europeos. En la Península Ibérica habían demostrado su fiereza y valentía en el combate frente a los sarracenos en innumerables batallas, lo que les permitió conseguir prebendas por parte de los reyes cristianos peninsulares. Los templarios edificaron castillos, ermitas y encomiendas en puntos estratégicos. A lo largo del Camino de Santiago, en la Vía de la Plata, siempre en lugares multitudinarios de paso y con recursos naturales importantes. Uno de estos sitios es la iglesia en el Cañón del Río Lobos. Situada justamente en el paralelo 42, por el que discurre el Camino de las Estrellas o de Santiago, dicho paralelo acoge a lo largo del eje terrenal numerosos centros de culto de primera magnitud. Pero lo más curioso de su localización es que la pequeña ermita se encuentra justo a mitad de camino de los dos puntos más septentrionales de la península, los cabos de Finisterre y Creus, a una distancia idéntica de 527,127 km, ¿casualidad?. Angel Almazán, erudito investigador sobre los enclaves templarios de Soria, destacó en 1985 en varios artículos de la revista Soria Semanal que: "San Juan de Otero se nos presenta como un lugar iniciático y mágico que podría ser el centro simbólico de la geografía mágica de la Península Ibérica". 

Símbolos templarios en la ermita

La actual ermita fue levantada en el siglo XIII por el Temple. A pesar de la sencillez de la construcción, la iglesia de San Bartolomé tiene unas características propias de las edificaciones templarias. En alguno de sus canecillos se pueden ver crismones de una agrupación de contructores, gremio protegido y fundamental en la Orden. La pata de paloma, símbolo de los maestros canteros, aparece tallada en las piedras de la iglesia. La ermita se encuentra junto al río y al lado de una cueva neolítica que, según apuntan todos los indicios, fue lugar de culto desde tiempos remotos. Los investigadores Manuel Nonídez y M. Ángel Salinas afirman que en la noche de San Juan se observa nítidamente desde este enclave la constelación de Sagitario señalando al norte el Camino de Santiago. El 24 de agosto, fiesta de San Bartolomé, tiene lugar una romería muy popular. Dicho día es posible adentrarse intramuros y observar las numerosas muestras que dejó el legado templario, así como de disfrutar de un espacio natural protegido de excepcional belleza. 

Pero para el viajero cuya curiosidad desborda los límites de la ortodoxia, seguramente nada mejor que la visita en cualquier otro momento menos masificado y ,de esta manera, percibir e intentar comprender los secretos que guarda tan enigmático lugar.