Con tan solo 33 años, André Villas-Boas ya puede presumir de ser el entrenador más joven de la historia en conquistar un título europeo. En tan solo una temporada, Villas-Boas ha conseguido con el Oporto la Liga portuguesa, la Copa y la UEFA Europa League. Mourinho ya tiene sucesor.
André Villas-Boas nació en Oporto un 17 de octubre del año de 1977. Con 16 años le envía una carta a Sir Bobby Robson, por esa época director técnico del Oporto, recomendándole la titularidad de Domingos Paciencia. La osadía y conocimientos del muchacho sorprenden al entrenador británico, que incorpora a su staff a Villas-Boas. Un año más tarde, el joven se traslada a Escocia y consigue el título oficial de entrenador UEFA.
A los 21 años inicia su carrera profesional como director técnico de la selección de las Islas Vírgenes Británicas, todo un ejemplo de precocidad profesional. En el año 2003 regresa a do Dragao, para convertirse en ayudante de otro joven entrenador que se hace cargo de la dirección técnica del club lusitano: José Mourinho.
El actual entrenador del Real Madrid encarga a Villas-Boas la tarea del análisis de rivales y jugadores, convirtiéndose en palabras del técnico de Setúbal en: "mis ojos y mis oídos".
Durante 5 temporadas, Villas-Boas permanece al lado de Mourinho, primero en Portugal y posteriormente en Inglaterra e Italia. Es en la etapa del Inter de Milán cuando André decide abandonar a Mourinho y continuar su carrera en solitario.
Ambos entrenadores se formaron a la sombra del gran Bobby Robson. Mourinho, que trabajó con el inglés en su etapa barcelonista, triunfa en el modesto Leiria antes de llegar al Oporto.
André Villas-Boas evita el descenso del Académica de Coimbra y en su debut como entrenador de los "dragones" consigue su primer título, la Supercopa de Portugal ante su máximo rival, el Benfica.
Tanto Villas-Boas como Mourinho nunca fueron futbolistas profesionales, dominaban el idioma inglés, se sacaron el título de entrenador en Escocia y siempre mostraron altas dosis de capacidad de liderazgo. Después de triunfar en el Oporto, Mourinho inicia su brillante carrera en Londres, con el Chelsea FC, previo pago de 5 millones de euros por la rescisión del contrato. Algunos años después, Roman Abramovich paga 15 millones por Villas-Boas al Oporto. Se repite la historia.
El Oporto de Villas-Boas ha sido un conjunto que se ha caracterizado por el buen trato del balón, por un fútbol combinativo y, en ocasiones, por un estilo más directo y vertical. Como Mourinho, destaca por su enorme capacidad para motivar a sus futbolistas y extraer de ellos el máximo de sus capacidades.
Sus entrenamientos están basados en lo que se conoce como periodización táctica. Cada día de la semana se trabaja en diferentes aspectos de la preparación: resistencia, velocidad, recuperación, etc, hasta asimilar los conceptos.
Quizás, una de las pocas diferencias existentes entre los dos entrenadores portugueses radique en el estilo futbolístico que pretenden aplicar a sus equipos. Villas-Boas confía más en la libertad de sus jugadores, con menos corsés tácticos y mayor fantasía a la hora de elegir opciones en ataque.
Gran admirador de Pep Guardiola y del fútbol del FC Barcelona, las relaciones con su mentor no parecen atravesar por su mejor momento, al menos públicamente. El distanciamiento entre ambos técnicos es evidente, cada uno reafirmando su propia personalidad, su sello de marca.
Pocas veces se han podido observar tantas similitudes, tantas coincidencias, en las trayectorias profesionales entre dos entrenadores. Mourinho y Villas-Boas, maestro y discípulo, vidas paralelas.
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