sábado, 3 de diciembre de 2011

Chilenas, rabonas y otros recursos futbolísticos

Creadas y utilizadas para sacar el mayor rendimiento al juego, en muchos casos se han convertido también en lances de gran belleza estética.

El fútbol es un deporte que entraña una dificultad añadida respecto a los demás: se juega con los pies. A pesar de este handicap, el talento y la imaginación crean jugadas imposibles.

Algunas de estas acciones permanecen grabadas en la retina de muchos aficionados de varias generaciones.

Hugo Sánchez, el maestro de la chilena

Sin duda, el jugador mexicano ha sido uno de los máximos exponentes del uso de esta técnica. Sus cualidades físicas y un entrenamiento específico hicieron que el gran ariete madridista marcara goles inolvidables con este remate.

La chilena consiste en golpear al balón en el aire formando un ángulo de 90 grados con la vertical, sin apoyos en el suelo. Es de una espectacularidad enorme y, en muchos casos, letal para el cancerbero contrario.

Otro ejemplo de chilena para la historia fue la del barcelonista Rivaldo. En los minutos finales del último partido de la Liga 2001, frente al Valencia CF, marcó el tanto que clasificaba a los culés para la Champions League, a costa del conjunto ché.

La rabona y el caño

Cualquiera que haya jugado al fútbol, aunque sea como amateur, sabe de la dificultad de ejecutar una rabona correctamente. Jugada más efectista que efectiva, consiste en golpear al esférico con la pierna que pasa detrás de la de apoyo, es decir, cruzando ambas piernas.

El gran Diego Armando Maradona la realizaba de forma muy natural gracias a su enorme calidad. Cuaresma, el jugador portugués, y el fantástico Marco Van Basten, han marcado goles extraordinarios de esta manera.

El caño o túnel es un regate habitual en el fútbol. Recurso de calidad y picardía, resulta muy productivo a la hora de desembarazarse de los rivales, aunque a muchos les molesta sobremanera que les cuelen la pelota entre sus piernas.

Un jugador que efectúa caños con enorme clase y una facilidad pasmosa es el argentino Juan Román Riquelme.

De la volea de Zidane al taconazo de Guti

Tal vez, el mejor gol de la historia en una final de Copa de Europa fue el que consiguió el genio francés Zinedine Zidane, en Glasgow, frente al Bayer Leverkusen. Prodigio de técnica, timing y potencia, esa jugada basta, por sí sola, para explicar a cualquiera cómo se ejecuta una volea perfecta.

El taconazo consiste en golpear al balón con la parte posterior del pie. Comúnmente utilizado, lo que le convierte en sublime es la elegancia con la que se realiza. En este aspecto, jugadores como José María Gutiérrez "Guti" lo llevan intrínseco en su código genético.

La cola de vaca de Romario

La cola de vaca es un regate de dificultad máxima. Se basa en arrastrar la pelota con el interior del pie, dibujando un semicírculo con el fin de dejar parado en seco al contrario. Esta técnica sólo está al alcance de unos pocos, entre ellos el gran Romario que marcó un golazo al Real Madrid en el Nou Camp para el recuerdo.

Las bicicletas son para los brasileños

Esta maniobra, consistente en pasar las piernas una y otra vez por encima del balón para sorprender al contrario sin saber por dónde se va a salir, es muy común en el fútbol actual.

Los brasileños Ronaldo, Robinho y Denilson la utilizaban casi siempre en sus regates. Seguramente, el que mejor ejecuta este lance en la actualidad sea Cristiano Ronaldo, tanto en estático como en carrera.

Dentro de la terminología futbolística existen muchos más vocablos para designar estas y otras acciones. Vaselinas, roulettes, sombreros, paradinhas, etc son el mejor ejemplo de detalles técnicos imaginativos y, en muchos casos, definitivos.

El talento y la necesidad harán, seguro, que en el futuro aparezcan nuevas jugadas mágicas y especiales.

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