Los grandes clubes europeos parecen decididos a poner en marcha el proyecto en 2012. Muchos ven en esta competición la única salida a la crisis del fútbol.
La creación de una Superliga europea de fútbol parece irreversible. En un momento delicado económicamente, varios estudios han demostrado que la implantación de esta competición sería altamente rentable, incrementando los ingresos cinco veces más que los de la Liga de Campeones de la UEFA.
El G-14, pionero en el proyecto

Principales características de la Superliga europea de fútbol
El plan ideado en el año 2009, que ha tomado impulso en los últimos meses, planea la creación de 3 divisiones de 20 equipos cada una. En la primera división estarían los conjuntos más laureados del viejo continente, con alguna wild card de invitación para equipos históricos en dificultades deportivas puntuales. Los partidos se disputarían semanalmente, a una vuelta y, después de la fase regular, los mejores jugarían eliminatorias directas para conocer al campeón de Europa de cada temporada. El principal escollo sería compaginar esta Superliga con las competiciones domésticas. En España, por ejemplo, habría que reducir a 16 el número de equipos participantes y jugar laCopa del Rey a partido único, por la falta de fechas en el calendario. Otra fórmula podría ser jugar una primera fase sin los equipos que participen en la Superliga y, posteriormente, que estos últimos se sumen a los primeros clasificados y disputar una especie de play-offs finales. Una de las principales características de la futura competición europea será la de establecer obligatoriamente un límite salarial, al estilo de la NBA. Ningún club podrá destinar más del 60% de su presupuesto para pagar las fichas de los jugadores. Esta medida se antoja imprescindible y evitaría muchos de los grandes problemas económicos que atraviesan los clubes de fútbol en la actualidad.
Enormes expectativas ante la creación de la Superliga
En 2012 acaba el contrato que la UEFA tiene con los actuales patrocinadores de la Liga de Campeones. La posibilidad de que la Superliga sea una realidad ha despertado el interés de grandes corporaciones para hacerse con los derechos televisivos de la competición. Las cifras que se manejan por la adquisición de dichos derechos superan con creces a las actuales, y los clubes no quieren dejar pasar esta inmejorable oportunidad. Los clubes quieren ir de la mano de la UEFA en esta aventura, pero exigirán un reparto más equitativo del pastel y, si eso no se produce, parecen dispuestos a organizar el torneo fuera del máximo organismo del fútbol europeo. Esta vez parece que la cosa va en serio. La crisis económica obliga a buscar fórmulas para rentabilizar un negocio que no puede continuar mucho más tiempo gestionado de esta manera. Resulta decepcionante comprobar las desorbitantes diferencias de presupuesto entre equipos de un mismo país, las enormes diferencias de calidad en las plantillas y la escasa competitividad que eso genera. El sueño de muchos aficionados parece llegar. La Superliga europea, en marcha.
Buen artículo. Dentro de la idea central que se maneja y teniendo en cuenta la importancia histórica de las competiciones coperas nacionales, yo vería una síntesis. La Copa a formato de partido único hasta cuartos de final, en el momento que se incorporarían los clubes que estén en euroliga. Los camponatos nacionales de liga serían una segunda división, con ascensos y descensos. Fin del campeonato de primera división tal y como lo conocemos. Pero no nos carguemos la copa, verdadero nexo de la historia futbolística de un país.
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